Dentro del túnel mismo de San Adrián se encuentra la ermita de San Adrián, a unos 1.030 metros sobre el nivel del mar.

Aunque fue construida en 1883, en 1010 allí mismo había otra ermita muy pequeña; a mediados del siglo pasado fue cuando se hicieron las últimas restauraciones.

Hay una discusión entre los que dicen que la calzada que nos lleva hasta allí es romana y los que piensan que es de la Edad Media. Desde allí se pueden ver las campas de Urbía.